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Por qué no se debe celebrar el partido Israel-Suecia del 25 de marzo en Alcoi

Por qué no se debe celebrar el partido Israel-Suecia del 25 de marzo en Alcoi

BDS Alacant, BDS País Valencià y Unadikum País Valencià muestran su repulsa a que Alcoi y Benidorm acojan los partidos clasificatorios del Europeo Sub-17 de fútbol de la UEFA que enfrentarán a Israel contra Francia y España (20 y 22 de marzo en Benidorm), y Suecia (25 de marzo en Alcoi).
Alcoi Gaza Material esportiu 1

Brigadistas internacionales de Alcoi en Gaza. / Página66

El movimiento de Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS) contra el Estado de Israel nace en 2005 con un llamamiento lanzado por más de 170 organizaciones de la sociedad civil palestina a la comunidad internacional pidiéndole que presione a Israel hasta que cumpla con el derecho internacional y los principios universales de los derechos humanos. La iniciativa palestina de BDS se inspira en la campaña similar que se aplicó al régimen de apartheid sudafricano, y que contribuyó de forma decisiva a la caída de aquel racismo de estado. Se organiza desde numerosos territorios alrededor de todo el mundo (como el País Valencià), y se aplica en diversos ámbitos: económico, institucional, sindical, cultural, deportivo y académico.

Actualmente, el BDS tiene el apoyo de un gran número de organizaciones políticas y sociales, administraciones, colectivos, sindicatos, instituciones académicas y ONG. También de personalidades como el científico Stephen Hawking, el premio Nobel Desmond Tutu o Stéphane Hessel, que participó en la redacción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y es superviviente del campo nazi de Buchenwald. Tampoco se puede pasar por alto que este pasado verano más de 350 judías y judíos supervivientes del Holocausto calificaron los bombardeos masivos sobre Gaza como un «genocidio» y pidieron el boicot a Israel. Como Nelson Mandela, Mahatma Gandhi también impulsó campañas de boicot (en este caso contra los británicos).

La campaña de BDS está teniendo un enorme crecimiento y consigue nuevos éxitos cada semana: empresas que dejan de invertir en Israel, administraciones que cancelan contratos con entidades israelíes, instituciones académicas que cortan vínculos, artistas que no actúan en el Estado israelí, construido sobre el etnocidio del pueblo palestino, o eventos deportivos con participación israelí que se anulan. El pasado 2014, la exitosa campaña de BDS Tarjeta Roja a Israel consiguió que Jerusalén no fuera sede de la Eurocopa 2020.

El partido de fútbol de la UEFA Sub-17 que se disputará en Alcoi entre Suecia e Israel este 25 de marzo no se debe celebrar porque viola la llamada al BDS que han hecho los y las palestinas (que según las Naciones Unidas sufren un régimen de colonización, apartheid y limpieza étnica), y numerosas figuras públicas mundiales de la paz, los derechos humanos o de la ciencia y supervivientes del Holocausto nazi. Lo quieran sus protagonistas o no, este partido, como otros eventos culturales y deportivos, es utilizado por Israel para «limpiar» su imagen y sus crímenes. Esta estrategia de normalización es bien antigua y conocida. Y gracias a que Israel continúa siendo un socio preferente en la Unión Europea; a que distintos cuerpos policiales del Estado español se entrenan en Israel o reciben formaciones israelíes; a que se continúa vendiendo y comprando armas y otros productos; a que se siguen teniendo contratos académicos; a que Israel continúa participando en competiciones deportivas, en Eurovisión o en otros ámbitos internacionales, Israel pudo masacrar a más de 2.000 personas el pasado verano en Gaza (incluyendo más de 500 niñas y niños). Repetimos: gracias a estos lazos, a estas complicidades como la que tendría la ciudad de Alcoi, Israel puede continuar siendo un Estado de apartheid y limpieza étnica que asesina impunemente a miles de personas.

Además, el Estado terrorista de Israel lleva a cabo una política específica de represión hacia los y las futbolistas palestinas. Entre los menores de edad que Israel secuestra cada día (2-3 de media, sin ninguna garantía judicial), se encuentran jóvenes futbolistas como los que pueden ir a jugar a Alcoi. Algunos están secuestrados unas horas, a otros nunca les dejan ni les dejarán salir de la Palestina ocupada para jugar un partido. El jugador de la selección nacional palestina Mahmoud Sarsak estuvo detenido durante tres años sin cargos ni juicio. Tras 101 días de huelga de hambre, que casi le cuesta la vida, y una gran protesta internacional con el apoyo de importantes figuras como Eric Cantona, Frédéric Kanouté, Abou Diaby, Lilian Thuram o el alicantino Antonio López, consiguió que las autoridades israelíes le liberaran. Recientemente Israel ha prohibido viajar a Sameh Marabah, futbolista de la selección palestina, a la Copa Asiática que se disputó en Australia. Otros jóvenes palestinos no podrán volver a jugar al fútbol, como Jawhar Nasser Jawhar (19 años) y Adam Abd al-Raouf Halabiya (17 años), que fueron disparados a los pies en enero de 2014 cuando volvían del estadio Faisal al-Husseini de un entrenamiento. Adam fue disparado una vez en cada pie, Jawhar dos veces. Tras ser trasladados al hospital, reciben la noticia de que nunca más podrán jugar al fútbol. Tampoco lo harán Ahmad Muhammad al-Qatar y Uday Caber, futbolistas palestinos de Gaza de 19 años. Fueron asesinados por Israel el pasado verano, como también lo fue la leyenda del fútbol palestino Ahed Zaqout, sepultado bajo las bombas israelíes mientras dormía en su casa de Gaza.

Las instalaciones deportivas palestinas han sido el blanco de ataques militares israelíes. Según la FIFA, “el 70% de las infraestructuras deportivas de Gaza quedaron destruidas” durante los 52 días de ataques del verano de 2014. En 2012, la sede del Comité Nacional Paralímpico y el Estadio Nacional de Gaza fueron destruidas por la artillería israelí; y en noviembre de 2014 soldados israelíes armados hicieron una redada en las oficinas centrales de la Federación de Fútbol de Palestina cerca de Ramallah. Los patios escolares, parques infantiles y lugares de recreo tampoco se han librado de esta violencia, como demuestra el bombardeo de cuatros niños palestinos de la familia Baker que jugaban al fútbol en una playa de Gaza.

Como se puede observar en la película Invictus, un momento fundamental en la caída del apartheid en Sudáfrica fue cuando el equipo de rugby del país fue excluido de las competiciones deportivas internacionales. Según la Convención Internacional contra el Apartheid en el deporte de 1985: «los contactos deportivos con cualquier país que practique el apartheid condona y refuerza el apartheid». Es por ello que casi 20.000 personas han pedido a la FIFA que suspenda la afiliación de Israel hasta que respete el derecho internacional, y la UEFA debe hacer lo propio.

En los últimos años, Alcoi ha vuelto a ser un referente en la lucha por los derechos humanos del pueblo palestino. Este verano, el Ayuntamiento de Alcoi firmó una Declaración Institucional de apoyo al pueblo palestino y de condena a las constantes agresiones del Estado criminal de Israel. Uno de los acuerdos alcanzados por todas las fuerzas políticas insta a romper todas las relaciones con Israel hasta que no acate las resoluciones de la ONU.

Si se disputa este partido, quien lo apoya estará eligiendo ponerse del lado de los asesinos, de los opresores, del apartheid y de la limpieza étnica. Todavía se está a tiempo de ponerse del lado de los derechos humanos, la justicia, la libertad y la paz.

BDS AlacantBDS País Valencià
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