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Malestar en la Universidad de Granada por la visita de la portavoz de la embajada israelí

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Granada, 23 de marzo de 2017

El pasado 23 de marzo tuvo lugar en el Instituto de la Paz y los Conflictos de la Universidad de Granada la conferencia “Conflictos y convivencia en Israel” impartida por la portavoz de la Embajada de Israel, Hamutal Rogel. La portavoz, que ha sido invitada por María José Cano Pérez, directora del Instituto también acudió a la Fundación Euroárabe de Altos Estudios acto seguido para la inauguración del ciclo de cine israelí “Ni aquí ni allí”.

Estudiantes, profesorado y colectivos sociales de la ciudad acogieron con estupor la visita de la portavoz del apartheid israelí y pidieron por carta a ambas instituciones la cancelación de las actividades patrocinadas por la embajada de Israel en España. Unas acciones que se enmarcan dentro de lo que Israel llama Mes de Israel en Andalucía con el objetivo declarado de “difundir la realidad israelí actual”.

Estas actividades, en cambio, se enmarcan dentro de la campaña de maquillaje por parte de Israel de su imagen internacional justo cuando la represión, las detenciones, la discriminación racial y los asesinatos extrajudiciales contra la población palestina aumentan en los territorios que ocupa de forma ilegal desde hace ya 50 años.

En las conferencias organizadas, que contó con seguridad privada dentro de la Universidad, los defensores y defensoras de los derechos humanos interpelaron a la portavoz por las declaraciones que la vinculan con la masacre de Gaza de 2014, la destitución de la periodista de TVE Yolanda Álvarez o con la actual campaña de represión de activistas en Palestina y el Estado español.

Un desembarco en toda regla acompañado de diplomáticos y empresarios que buscan alianzas para mantener a raya las campañas de boicot, desinversiones y sanciones que desde Andalucía están adoptando decenas de municipios con el objetivo de presionar a Israel para que cumpla con sus obligaciones internacionales.

Hamutal Rogel, la voz del Apartheid en España

Hamutal Rogel es la portavoz de un gobierno cuanto menos sospecho de cometer crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad. La situación actual de Palestina no puede ser considerada como un conflicto entre dos partes, ni reducida a un contexto de ocupación militar, la población palestina es víctima de un crimen de apartheid y la situación debe ser enfrentada como tal.

Hamutal Rogel es la principal responsable de la destitución de la corresponsal de TVE en Gaza durante la operación Margen Protector de 2014, Yolanda Álvarez, de la que se dijo ser portavoz de Hamás para presionar a la cadena pública para expulsarla de Gaza. Hamutal Rogel, puso en riesgo la vida de la periodista acusándola de colaboración terrorista sin fundamento y definió los trabajos de Álvarez como “crónicas dramatizadas” y aseguró que la informadora actuaba como “correa de transmisión de los mensajes, cifras, imágenes y datos de Hamás”. No corrieron la misma suerte los corresponsales de EFE, Javier Martín, y de El País, Juan Gómez, que sí fueron apartados de sus destinos cuando empezaron a ser molestos para, como todo apunta, contentar a la Embajada. El control israelí de los medios de comunicación en Palestina es casi completo, como explica Xavier Abu Eid.

Hamutal Rogel fue una de las voces que, junto con el propio embajador Alon Bar o el portavoz de las Fuerzas de Ocupación de Israel Roni Kaplan, creaban y difundían propaganda de guerra a través de redes sociales para justificar la masacre que Israel estaba cometiendo sobre Gaza durante los meses de julio y agosto de 2014. Masacre en la que perdieron la vida más de 2.300 palestinos y palestinas, entre ellas más de 500 menores, y más de 300.000 personas se vieron obligadas a desplazarse.

El llamamiento de la ONU al boicot

Un informe publicado la semana pasada por la Comisión de Naciones Unidas sobre Asia Occidental (CESPAO por sus siglas en castellano y ESCWA en inglés) “Prácticas israelíes hacia el pueblo palestino y la cuestión del apartheid”[1] concluye que Israel es sin lugar a dudas culpable del crimen de apartheid[2] y señala que

“Las instituciones de la sociedad civil y los individuos también tienen el deber moral de utilizar los instrumentos a su disposición para crear conciencia sobre esta empresa criminal y ejercer presión sobre Israel para desmantelar las estructuras del apartheid y negociar de buena fe una paz duradera que reconozca los derechos de la población Palestinos bajo el derecho internacional y haga posible que los dos pueblos vivan juntos sobre la base de la igualdad real”

Actualmente Israel cuenta con más de 50 leyes que discriminan de manera directa o indirecta a la población palestina que reside en su territorio, recortando sus derechos civiles y políticos, así como los económicos, sociales y culturales. Es preocupante que la portavoz de un gobierno que limita las libertades más fundamentales de un pueblo árabe entero, así como la Embajada que representa a este gobierno, tenga un espacio en una institución cuyo fin es fomentar la cooperación entre Europa y el mundo árabe.

Israel utiliza la cultura como una herramienta de normalización y lavado de imagen, usando el cine, la música o el teatro para crear una imagen de un Israel amable, moderno y democrático, como si Israel fuera un país más. Miri Regev, su Ministra de Cultura se ha hecho famosa por la guerra cultural contras los y las artistas palestinos, así como por su ardua defensa de la censura. Regev es autora de frases tan desafortunadas como la que proclamó en 2012 en un programa de televisión “Estoy contenta de ser una fascista”.

Los colectivos y organizaciones abajo firmantes mostramos nuestro más profundo rechazo a que las instituciones de interés público acojan en su seno eventos que contribuyen a normalizar las relaciones con un Estado que vulnera de manera sistemática los derechos humanos de la población palestina y nos sumamos a la llamada de la sociedad civil palestina a la campaña de Boicot, Desinversión y Sanciones a Israel, tal como recomienda el informe arriba mencionado, que señala que “deberían hacerse esfuerzos para ampliar el apoyo a las iniciativas de boicot, desinversión y sanciones entre los actores de la sociedad civil.” Nos negamos a participar de este lavado de imagen a un Estado criminal y boicoteamos el uso político de la cultura.

Por los motivos expuestos, exigimos que el Instituto para la Paz y los Conflictos, así como la Fundación Euroárabe de Altos Estudios cancelen las actividades previstas en respeto a la llamada de la ONU. Animamos a la Universidad de Granada a seguir las recomendaciones recogidas en el informe “Prácticas israelíes hacia el pueblo palestino y la cuestión del apartheid” y sumarse a la campaña de Boicot, Desinversiones y Sanciones a Israel, basada en los principios de igualdad, libertad y justicia.


[1] El informe ha sido retirado de la página de Naciones Unidas después de la presión de Estados Unidos e Israel. Más información disponible en https://bdsmovement.net/news/un-report-israel-does-not-want-you-read

[2] El Artículo II de la Convención Internacional sobre la Represión y el Castigo del Crimen de Apartheid (ICSPCA) define el crimen de apartheid como aquellos “actos inhumanos cometidos con el fin de instituir y mantener la denominación de un grupo racial de personas sobre cualquier otro grupo racial de personas y de oprimirlo sistemáticamente”

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