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Entrevista con Omar Barghouti, cofundador del movimiento Boicot, Desinversiones y Sanciones a Israel (BDS)

Entrevista con Omar Barghouti, cofundador del movimiento Boicot, Desinversiones y Sanciones a Israel (BDS)

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A pesar de vivir en Israel desde hace 22 años sin antecedente policial de ningún tipo, Omar Barghouti ha sufrido esta semana la denegación al derecho de viajar fuera del país. Como uno de los pioneros del movimiento en fuerte expansión por el Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS) a Israel, Barghouti, activista angloparlante, ha viajado frecuentemente por todo el mundo defendiendo su posición. El rechazo del gobierno israelí a permitirle viajar está motivado de forma obvia a intentar impedir su activismo y su voz. El Primer Ministro Benjamin Netanyahu ha sido uno de los líderes que viajaron el año pasado a París para participar en esta ciudad en el “Congreso de la Libertad de Expresión”.
Como marido de una palestina de ciudadanía israelí, Barghouti mantiene un visado de residencia permanente, pero no obstante necesita un permiso para viajar fuera de Israel, un documento de viaje que había sido renovado cada dos años hasta la pasada semana. El periódico Haaretz informaba de que detrás del rechazo oficial al permiso de viaje, se escondía una “reconsideración gubernamental sobre el permiso de residencia de Barghouti”.
La denegación de viajar ha llegado después de meses de molestas amenazas públicas hacia él provenientes de un gobierno israelí en el que crece el extremismo y el miedo al crecimiento internacional y popularidad del BDS. En Marzo, el Ministro de Interior israelí, Aryeh Deri, amenazó con revocar los derechos de residencia de Barghouti, admitiendo explícitamente que sería una represalia por su posición: “Él está usando su estatus de residente para viajar por todo el mundo con el fin de actuar gravemente contra Israel…se está aprovechando de la liberalidad de nuestro estado para mostrarnos como el más horrendo estado en el mundo”.
Sarah Leah Whitson, de Human Rights Watch, informó a Electronic Intifada que “el rechazo de Israel a renovar el documento de viaje de Barghouti parece ser un esfuerzo para castigarle por ejercitar su derecho a sumarse a un activismo político no violento, usando su arsenal de controles burocráticos sobre las vidas de los palestinos.” Añadió: “Israel ha utilizado este tipo de control para impedir viajar arbitrariamente a muchos palestinos, de la misma forma que prohíbe entrar en Israel y a los territorios ocupados palestinos a muchos monitores, periodistas y activistas”.
Pero las amenazas a Barghouti desde el gobierno israelí se extienden mucho más allá de su derecho a viajar. El mes pasado, Amnistía Internacional lanzó una advertencia extraordinaria sobre su preocupación por la seguridad y libertad de Barghouti, citando las amenazas del Ministro de Transportes, Inteligencia y Energía Atómica israelí, Yisrael Katz, que hizo un llamamiento a atacar y eliminar objetivos civiles de líderes del movimiento internacional BDS con la ayuda de la inteligencia israelí. Como subrayó Amnistía Internacional, “el término alude a ‘asesinatos selectivos’, el cual es usado para describir la política israelí de atacar miembros de grupos armados palestinos.”
Tal como The Intercept ha informado regularmente durante el pasado año, los intentos de criminalizar el activismo BDS –no sólo en Israel, sino por todo el mundo- es una de las mayores amenazas en occidente contra la libertad de expresión y el derecho de reunión. La amenaza se ha convertido especialmente intensa en los campus universitarios de EEUU, en los que los castigos institucionales a los estudiantes pro-palestinos se han convertido en una rutina. Obviamente, las amenazas realizadas sobre Barghouti desde dentro de Israel son mucho más severas.
Independientemente del punto de vista individual sobre el BDS y la ocupación israelí, cualquiera que pretenda defender los conceptos básicos de la libertad de expresión debe mostrarse escandalizado por el comportamiento israelí. Pude hablar con Barghouti ayer sobre este último ataque israelí a lo más profundo de sus derechos y libertades civiles, sobre el creciente extremismo en Israel, y las estrategias de la libertad de expresión y el activismo BDS. “Estoy irritado”, nos cuenta, “pero desde luego no estoy intimidado”.
A continuación se muestra la transcripción de la entrevista de 25 minutos.
Green Greenwald: Les habla Green Greenwald para The Intercept. Me acompaña hoy Omar Barghouti, activista palestino por los derechos humanos y uno de los cofundadores del movimiento Boicot, Desinversiones y Sanciones, más conocido como BDS, el cual tiene como objetivo ejercer una presión no violenta internacional sobre Israel para poner fin a la ocupación de los territorios palestinos, establecer igualdad de derechos para la población palestina y aplicar el derecho a retorno de los refugiados palestinos expulsados durante y después de la creación del estado de Israel.
BDS ha alcanzado un considerable apoyo internacional en los últimos años en los que occidente ha observado como Israel expande su ocupación de Cisjordania a la vez que su ejército mata miles de civiles palestinos en Gaza. Como resultado de este éxito, BDS se ha convertido en objeto de ataque por todo el mundo por parte de Israel y de sus defensores.
Como parte de este ataque, esta semana se producía la noticia de que Israel ha denegado a Barghouti el permiso para viajar al extranjero. Como residente en Israel, él precisa un permiso renovable cada dos años para viajar fuera de Israel. Human Rights Watch ha condenado el hecho “como un esfuerzo para castigarle por ejercitar su derecho a posicionarse en un activismo político no violento”.
Antes de darte la bienvenida, quiero decirte que he hablado con mucha gente los pasados años que probablemente son objeto de seguimiento y grabación de sus conversaciones telefónicas, pero no estoy seguro de haber hablado con alguien objeto de tanta vigilancia como la tuya.
Por tanto, muchas gracias por tomarte el tiempo de hablar conmigo, realmente te lo agradezco.
Antes de que te pregunte sobre lo que ha ocurrido con esta prohibición de viajar, quiero situar el contexto para los oyentes. Esto no ha ocurrido de repente, el pasado mes de Marzo, el Ministro de Interior israelí señaló en una conferencia que estaba considerando revocar tu permiso de residencia.
Dijo: “Me informaron de que en realidad vive en Ramallah y que usa su estatus de residente en Israel para viajar por todo el mundo actuando contra Israel de la forma más grave posible.” Continuó: “él obtuvo derechos similares a los que tiene un ciudadano y se aprovechó de este país para mostrarnos como el estado más horrible del mundo”.
Amnistía Internacional dijo que “actualmente está preocupada por tu seguridad y libertad” y cita al Ministro de Transportes de Israel Yisrael Katz, que reclamó a Israel a “eliminar objetivos civiles” de líderes del BDS con la ayuda de la inteligencia israelí.
Así que en este contexto es obvio que el gobierno israelí se ha acabado obsesionando con restringir y atacar a los líderes del BDS. Cuéntanos acerca de esta restricción de viajar que Israel te ha impuesto. Cómo te enteraste y en qué consiste.
Omar Barghouti: Cada dos años debo renovar mi documento de viaje israelí, sin el cual no puedo abandonar o reentrar en el país. Dado que soy un residente permanente en Israel no puedo salir con otro pasaporte excepto con este documento de viaje israelí.
Greenwald: ¿Tienes algún otro pasaporte?
Barghouti: Sí, tengo la ciudadanía jordana.
Greenwald: Pero para poder salir de Israel, necesitas este permiso cada dos años.
Barghouti: Sí. El 19 de abril el Ministro del Interior in Acre, donde vivo oficialmente, nos informó de que no nos iban a renovar mi documento de viaje, y por tanto prohibiéndome de forma efectiva el viajar. Esto llega como acertadamente has señalado, en un contexto de un incremento de la represión contra el movimiento BDS, el cual busca la libertad, la justicia y la igualdad para los palestinos. Busca los derechos para los palestinos bajo la ley internacional. Pero dado que se está convirtiendo en algo muy efectivo, dado que el apoyo ha crecido tremendamente en los últimos dos años, significa que ahora estamos empezando a pagar el precio por el éxito del movimiento.
Mucha gente se está dando cuenta de que Israel es un régimen de ocupación a través del colonialismo de asentamientos y el apartheid, y por tanto se le están comenzando a exigirle rendición de cuentas en base al derecho internacional. Israel se está dando cuenta de que las empresas están abandonando sus proyectos en Israel por violar la legalidad internacional, los fondos de pensiones igual, artistas importantes rechazan actuar en Tel Aviv, de la misma forma que el Sun City fue boicoteado durante el apartheid en Sudáfrica.
Así que Israel está viendo que su aislamiento crece y crece, ellos pueden ver su “momento sudafricano”, por decirlo así. Y por este motivo, ellos están incrementando su represión, incluyendo el espionaje a los defensores y activistas de los derechos humanos y BDS, ya sean palestinos, israelíes, o internacionales, y además por supuesto las últimas amenazas de eliminación de objetivos civiles y las prohibiciones recientes de viajar.
Así que estamos nerviosos, yo personalmente estoy nervioso por estas amenazas. Las tomamos muy seriamente, especialmente en el contexto descrito. Vivimos en un estado en donde el racismo y el incitamiento a la violencia racial contra los nativos palestinos ha crecido tremendamente en los medios de comunicación de masas. Realmente se ha convertido en algo muy implantado por los medios en el “sentido común” el mostrarse muy abiertamente racista contra los palestinos. Muchos colonos e israelíes de extrema derecha asumen esta corriente ideológica apoyada por el estado y atacan a los palestinos.
Así que en este contexto estoy nervioso pero desde luego sin perder la determinación. Pienso continuar mi lucha no violenta por los derechos de los Palestinos bajo la legislación internacional, y nada de lo que ellos puedan hacer me va a detener.
Greenwald: Acerca de las restricciones específicas de movimiento , ¿por cuánto tiempo estuviste recibiendo el permiso de viaje? ¿Te han dado alguna razón en este caso del porqué de la denegación actual? ¿Tienes algún problema en el pasado (desde la perspectiva israelí) que justifique esta denegación?
Barghouti: No, actualmente tengo una residencia permanente en Israel desde 1994, así que son 22 años sin ninguna violación legal, ni siquiera una infracción de tráfico. No hay nada en mi historial que ellos puedan usar contra mí
Apoyar el boicot hasta a hora no era delito en Israel. Es un agravio por el que podrían castigarme de otras formas, pero no un delito por el que puedan revocar mi derecho a residencia. Y ellos saben esto perfectamente, por lo que están buscando distintas vías para intimidarme, para acosarme, para silenciarme. Y como esto no parece haberles funcionado, ahora están trabajando en ver cómo revocan mi residencia permanente.
No he tenido ningún problema en el pasado en las renovaciones de mi documento de viaje durante estos 22 años. Así que ha sido justo cuando la presión BDS ha comenzado a hacerse más impactante, a convertirse en un movimiento muy eficaz con gran crecimiento y apoyo, incluyendo a jóvenes judíos americanos, británicos, etc que Israel ha comenzado a alarmarse y a empezar a adoptar medidas represivas, antidemocráticas, extremistas y draconianas contra el movimiento, el cual es un movimiento no violento, acusando a BDS de todo tipo de cosas.
Greenwald: En lo que a tu estatus en Israel se refiere y al derecho a viajar, si no estoy confundido tú vives en Israel con tu esposa, la cual es una ciudadana israelí, ¿correcto?
Barghouti: Sí, correcto, mi mujer es una palestina ciudadana de Israel.
Greenwald: Así pues ¿de qué forma ellos podrían revocar tu estatus de residencia permanente?
Barghouti: Cuando se trata de los No-judíos, como somos llamados en Israel -cualquiera sabe a qué es aplicable esa definición y a qué no-, como sabes hay más de 50 leyes en Israel que discriminan a la población palestina, por supuesto dejando aparte a los palestinos de Cisjordania y Gaza, que ni siquiera son ciudadanos.
Así que un ciudadano palestino en Israel no tiene una carta de derechos completa como un ciudadano judío debido a que simplemente un palestino no es un “Judío nacional”, y sólo si eres un “Judío nacional” –sea lo que sea lo que eso signifique- entonces tienes completos derechos. Esto es una definición extra territorial de la nacionalidad dado que Israel no tiene una “nacionalidad israelí”, no existe tal cosa.
Greenwald: Hablemos de las energías contra el movimiento BDS más allá de las fronteras de Israel. Durante mucho tiempo parecía que la táctica era ignorar al BDS, tratarlo como algo tan marginal e inconsecuente que no mereciera ni siquiera discutir o tomar acción alguna contra él. Y, como decías, se ha convertido en una táctica mucho más aceptada mientras el mundo se ha ido horrorizando –creo que uno de los puntos de inflexión fue la última operación sobre Gaza en la que murieron tanta cantidad de niños, mujeres y hombres inocentes- y por tanto se ha convertido en una táctica que comienza a replicar, como bien decías, lo que sucedió con Sudáfrica con tantos campus universitarios. Y así los jóvenes judíos americanos que se han involucrado en el BDS es una táctica moral muy necesaria.
Y como resultado se comienza a ver más líderes mundiales y personas como Hillary Clinton que denuncian al BDS en sus términos más vehementes, equiparándolo a un antisemitismo, y creo que lo más inquietante de todo, se emiten leyes no sólo en los Estados Unidos sino en Europa para criminalizar el BDS y hacer ilegal el sumarse a él.
Desde alguien que ha estado en el movimiento desde el principio como tú, háblanos de los cambios que estáis percibiendo en este sentido y de estas sanciones que se plantean.
Barghouti: creo que después de años fracasando en detener o ralentizar el crecimiento del BDS y su apoyo en el mundo, especialmente en occidente, Israel está implementando su más poderosa arma, por decirlo así, la cual es usar su influencia en el Congreso de Estados Unidos en Bruselas y en la Unión Europea, y de esa manera criminalizar el BDS desde arriba, después de haber fracasado en frenarlo desde abajo.
Dado que el BDS tiene un crecimiento a nivel de la base, popular, sindicatos, asociaciones académicas, grupos de estudiantes, LGTBQ, organizaciones de mujeres, etc, es por lo que Israel intenta deslegitimarlo desde arriba, desde las cúpulas institucionales.
Así que como ciertamente decías, Israel presiona para que se aprueben legislaciones en Estados Unidos y en los estados para criminalizar el BDS, o hacer listas negras individuales o de organizaciones que apoyen el BDS, recordándonos los peores días del Macartismo. Así que realmente Israel está impulsando un nuevo Macartismo, con lo que eso significa, pidiendo a los gobiernos aliados que castiguen la libertad de opinión, el activismo e intentar borrar los derechos que los palestinos tienen según la ley internacional.
Así que esto es un nuevo Macartismo. In Francia es lo peor, con el actual gobierno que dice que llamar al Boicot a Israel es ilegal en Francia. Tú puedes hacer un llamamiento al Boicot de productos franceses en París y está bien, pero no de productos israelíes, así que imagina la enorme hipocresía.
Greenwald: y las detenciones de gente que llevaban camisetas pro-BDS en Paris.
Barghouti: exacto. Las medidas represivas en Francia no tienen precedentes. No hemos visto nada como esto antes. Paris se ha convertido realmente en la capital de la represión anti-palestina. ¿Puedes imaginarlo? La ciudad de la libertad, supuestamente, se ha convertido en la ciudad de la oscuridad para los palestinos.
Greenwald: hubo una gran manifestación por la libertad de expresión justo hace un año.
Barghouti: no vemos esta represión anti-Palestina aisladamente. Israel la está impulsando, pero adicionalmente hay mucha represión ya en occidente. Ya hay ataques a los sindicatos, a la libertad de expresión, a la justicia social, a los movimientos de justicia… hay una enorme militarización y conversión a estados policiales en occidente.
Así que Israel se beneficia de esta corriente hacia este mercado que supone el estado policial y la militarización. Es un gran negocio para Israel. Adiestra fuerzas policiales en Estados Unidos, a la policía de Londres, a la policía de París…
Greenwald: una de las críticas de los opositores al BDS, cuando escuchan cosas como las que dices, denunciando la erosión de las libertades civiles en occidente, incluida Europa, es que ellos dicen que es irónico o incluso hipócrita como defensor de los derechos palestinos que critiques la reducción de derechos en occidente cuando en los territorios palestinos no existen derechos para el colectivo LGTB, o muy pocos, y que hay muchos menos derechos y libertades para la mujer en Gaza o Cisjordania. ¿Cómo responderías esto? ¿Es algo que está incluido en la agenda dentro del activismo por los derechos palestinos?
Barghouti: Por supuesto. Como movimiento inclusivo que es, hacemos un llamamiento para la igualdad de derechos para todos los seres humanos, sin tomar en cuenta su identidad. Por lo tanto, nos oponemos a cualquier forma de discriminación contra cualquiera basada en sus atributos identitarios. Ahora, ¿es verdad que tenemos represión en los territorios ocupados de Gaza y Cisjordania? Sí, absolutamente.
Los palestinos en Cisjordania y Gaza están bajo la ocupación militar israelí por la cual sufren la denegación de todo tipo de derechos, desde la libertad de movimientos a la libre expresión, todo tipo de derechos, incluido el derecho a la vida como vemos en Gaza. Y sí, por encima de todo hay una represión social, por supuesto.
Greenwald: Impuesta por palestinos a otros palestinos.
Barghouti: Impuestas por la Autoridad Palestina, por las autoridades en Gaza y sí, eso es la represión Palestina a los palestinos. Pero la autoridad en Ramala está secundada, es apoyada enteramente por los gobiernos occidentales, por los Estados Unidos, los gobiernos europeos y en gran parte, por Israel.
Así que no es que los financiadores europeos y norteamericanos están presionando para una mayor democratización, libertad de expresión y libertades civiles. Están aceptando la creciente represión de las autoridades palestinas mientras hagan el trabajo, llevando algunas de las cargas de la ocupación mientras que Israel continúa a colonizando, limpiando étnicamente y cometiendo crímenes de guerra.
Greenwald: Habló un poco antes de lo que es este racismo abierto e incluso simpatizantes de Israel, quienes abiertamente se identifican como sionistas, han hecho sonar las alarmas sobre el deterioro del discurso cívico sobre Israel, acerca de cómo cosas que antes eran impensables o relegadas a una minoría, se han convertido en mainstream.
Has vivido en Israel desde 1994, que hacen 22 años, ¿cómo describiría los cambios en términos sobre lo que ha ocurrido en Israel internamente? ¿Es algo que considera como un cambio radical sobre lo que había antes o es la evolución natural de una realidad que se encontraba algo más escondida, que quizás la gente era hace 20 años más educada, pero que ahora se ha hecho un poco más explícita?
Barghouti: Creo que el racismo es inherente a cualquier sociedad colonial y Israel no es la excepción. Como régimen de colonialismo de colonos, ocupación y el apartheid, el racismo no es coincidente. Es un pilar del sistema. Mira cómo Israel trata al BDS. El BDS hace un llamado al boicot, desinversión y sanciones para lograr la igualdad, la justicia y la libertad Palestina y lo ven como una amenaza importante. Pero la libertad, la justicia y la igualdad sólo amenazan a la falta de libertad, la injusticia y la desigualdad. No amenaza a ninguna otra persona que no está basada sobre la existencia del racismo.
Ciertamente, como usted bien dijo, a Israel se le ha caído la máscara. Con las últimas elecciones en el año 2015, Israel eligió al gobierno más racista desde siempre, así como al Parlamento. El Knesset más racista de la historia, tal y como lo llama Haaretz, el periódico israelí. Hasta el punto de que hace un par de días, el diputado jefe de personal del ejército israelí dijo que el racismo ha crecido hasta un punto que recuerda a la gente de Alemania de la década de los 1930. Es el diputado jefe de personal en Israel: no se trata de alguien en las calles de Londres o París. Esta es una declaración muy importante de uno de los principales generales en Israel. Él está muy chocado de que esos síntomas de racismo extremo están apareciendo por todas partes y se están volviendo frecuentes en la sociedad israelí. Y eso es realmente, realmente aterrador.
Por otro lado, dejando caer la máscara, el régimen de Israel ha propiciado el crecimiento de movimientos como el nuestro. Ell Boicot ha crecido enormemente, he dicho esto antes y lo repito, podemos atribuir parte del éxito, parte del crédito, del crecimiento y el impacto del BDS a las políticas de extrema derecha del gobierno israelí y a la caída de la máscara de la democracia idílica. Se están permitiendo cosas como que el Ministerio de educación inculque nociones racistas extremas en los libros de texto, o que el Ministro de cultura exija juramentos de la lealtad a los artistas que quieran actuar en Tel Aviv.
Realmente se está llegando a un nivel sin precedentes de racismo al descubierto. El racismo siempre estuvo ahí, pero fue siempre muy tapizada, oculto bajo una fachada sionista supuestamente liberal que muestra al mundo los milagros científicos y culturales blanqueando el hecho de que Israel es una sociedad muy arraigada en el colonialismo y el racismo.
Greenwald: Mi última pregunta es sobre un par de críticas u objeciones hacia la plataforma BDS que provienen no de los opositores de BDS, obviamente, sino de personas que suelen ser muy comprensivas a la causa palestina y que incluso son muy críticos con Israel. Muchas veces la gente en ese campo dice lo siguiente: «¿por qué es a Israel específicamente que se le debe boicotear, por sus violaciones de los derechos humanos, cuando muchos otros países, incluyendo a los Estados Unidos, son culpables de por lo menos igual si no mayores violaciones de derechos humanos y todavía no hay ningún movimiento de boicot para ellos?»
Y luego la otra crítica relacionada es que la plataforma de BDS, mediante la inclusión del derecho al retorno de los palestinos, que, si en caso de aceptase, esencialmente resultaría en el fin de Israel como estado judío y es algo que Israel nunca aceptará — hace que el movimiento BDS sea algo diseñado para alcanzar una meta que nunca se logrará y por lo tanto, menos eficaz.
¿Cómo respondes a esas dos preocupaciones o críticas?
Barghouti: Es curioso cómo personas que están al marben hablan de efectividad, cuando Israel está combatiendo al BDS con inmensos recursos alrededor del mundo, induciendo a los gobiernos a aprobar leyes para luchar contra ella y con sus fuentes de inteligencia para espiar a los ciudadanos del mundo, activistas de los derechos humanos que colaboran con el BDS. Es muy extraño no oír en cambio algo acerca de la efectividad del movimiento. Creo que esto queda zanjado por ahora. Las empresas están abandonando proyectos israelíes, los fondos de pensiones están abandonando proyectos israelíes, las iglesias principales, principales asociaciones académicas en todo el mundo, especialmente en los Estados Unidos, están tomando medidas.
Greenwald: Pero cuando lo hacen, lo hacen – al menos en cómo lo están expresando – en oposición a la ocupación.
Barghouti: No sólo eso. Cuando miras a las asociaciones académicas y sindicatos, Glenn, han ido mucho más allá. Iglesias, sí, van contra la ocupación solamente, pero cuando nos fijamos en asociaciones académicas, la Asociación Americana de estudios, la asociación antropológica, estudios de la mujer y así sucesivamente, has ido al boicot académico completo de Israel, que apunta a todas las instituciones académicas israelíes debido a su complicidad en la planificación, ejecución y blanqueo del régimen opresivo de Israel.
Greenwald: Lo que quise decir es que su boicot no está dirigido sólo a los israelíes en los territorios ocupados sino que su objetivo en apoyar el boicot no es garantizar derecho de retorno de los palestinos, como lo describen, si no que es poner fin a la ocupación. ¿Está de acuerdo con eso?
Barghouti: de hecho, la mayoría socios y simpatizantes del BDS apoyan los tres pilares de nuestro llamamiento del 2005, que es poner fin a la ocupación, poner fin a la discriminación racial en Israel y en el sistema de apartheid y derecho de retorno. Así que no somos conscientes de socios que no estén de acuerdo con el derecho de retorno tal y como lo estipula como un derecho básico la ONU.
Todos los refugiados, sean refugiados judíos de la segunda guerra mundial a los refugiados de Kosovo, tienen ese derecho. Esto es un derecho internacional y los palestinos no deben ser excluidos. ¿No es muy racista decir que el retorno de los refugiados palestinos terminarían apartheid israelí y que eso es malo? ¿Qué es tan malo acerca de refugiados con derecho a regresar a casa? Si molesta a un sistema de apartheid que se basa en ser excluyente y racista y no quiere ver como personas ganan sus derechos, ¿cuál es el argumento?
Greenwald: Sólo para que quede claro, el argumento que estoy describiendo aquí — y por cierto, este no es mi argumento, no estoy abogando por ello, simplemente lo estoy articulando — es la objeción que proviene no de los críticos de extrema derecha, sino de muchos aliados del BDS y un montón de personas que son aliados a largo plazo de los derechos palestinos, como Norman Finkelstein y Noam Chomsky.
El argumento no es que el derecho de retorno no sea justificable, moral o éticamente, de hecho creo que ambos, y casi todo el mundo estaría de acuerdo con ellos, diría que en un mundo ideal, los palestinos tendrían el derecho a regresar. Su argumento es más bien táctica o pragmatismo: que si se permite a los palestinos el derecho de retorno esencialmente significaría el fin de Israel como estado judío, que a su vez significa que Israel nunca aceptará esto. Así que básicamente has creado un objetivo inalcanzable, que nunca puede suceder y no es realista y por tanto no está diseñado ayudar a los palestinos, pero para este objetivo que inevitablemente está destinado al fracaso.
Barghouti: Bueno en realidad eso es una objeción muy dogmática. Diciendo que nunca va a pasar ignora la historia, ignora que se han derrumbado imperios importantes en nuestra vida que se consideraban invencibles tan sólo años antes de derrumbarse. ¿Quién hubiera pensado que un país tan poderoso como la Unión Soviética colapsaría? ¿Quién hubiera pensado en la década de los 1980 ese apartheid en Sudáfrica se derrumbaría? ¿Quién hubiera pensado que Timor Oriental tendría autonomía cuando 20 años antes, nadie sabía donde estaba Timor Oriental?
Por lo que es realmente bastante dogmático que la gente diga solamente cuando se trata de proteger el apartheid israelí que no se puede cuestionar – si te atreves, Israel derribará la casa de todos.
Israel depende enormemente del apoyo público desde el exterior, de la complicidad de los gobiernos occidentales. Cuando eso se va erosionando, BDS crece y crece el apoyo público al BDS, e Israel queda aislado en la esfera de lo académico, económico, cultural y militar, finalmente, tendrá que regirse por el derecho internacional y veremos que la disidencia crece en Israel como cualquier otro estado colonial.
No vamos a ver disidencia hasta que el precio no ssea lo suficientemente alto. Cuando llegue a ser lo suficientemente alto veremos crecer la disidencia y a más israelíes judíos, uniéndose a las filas de BDS para que juntos podamos éticamente formar un futuro basado en la justicia, la libertad y la igualdad.
Volviendo al primer punto, de porqué se apunta a Israel y no los Estados Unidos. El arzobispo Desmond Tutu tenía un argumento muy similar con este tema cuando era mencionado acerca de Sudáfrica. Dijo que sin duda el apartheid en Africa no era ni de lejos el sistema más malvado de opresión, pero no podía pedir a los sudafricanos, de mayoría negra – ¿por qué están lucha contra apartheid? Si estás enfermo con la gripe no puedes luchar otra enfermedad, hasta que no luches contra la gripe que padeces.
Los palestinos están bajo un régimen de opresión israelí así que naturalmente tenemos que luchar contra a este opresor inmediato. Ahora, el hecho de que Israel esté plenamente apoyado por los Estados Unidos, patrocinado y protegido, no significa que no debemos luchar contra nuestro opresor inmediato. Así es cómo se puede realizar un cambio y alcanzar los derechos.
Esto no es un ejercicio intelectual. Sí, uno puede pedir un boicot de todos los gobiernos que apoyan la opresión de Israel – Estados Unidos y así sucesivamente, pero eso es intelectualismo que no conduce a ninguna acción. Si seguimos la reflexión de Freire y el modelo de la acción, que hay que reflexionar y luego actuar, no estás actuando si pides un boicot a los Estados Unidos porque es el único Imperio que sobrevive. Es invencible en este momento, en el año 2016. Sería completamente ridículo llamar a un boicot de los Estados Unidos.
Como Naomi Klein ha dicho, nunca funcionaría. Boicots no son ejercicios solo intelectuales, tienen trabajarse. No estamos en él por la diversión, no estamos en él para marcar un punto. Estamos en esto para ganar nuestra libertad y derechos bajo el derecho internacional y para eso tenemos que ser muy estratégicos.
Greenwald: dije que sería mi última pregunta, pero realmente tengo una más, una específica muy escueta acerca de las noticias en relación a la denegación del permiso de viaje. ¿Tienes recursos disponibles? ¿Tienes recursos legales que puedan invertir esta decisión y las adoptarías?
Barghouti: no puedo hablar mucho sobre nuestra estrategia legal, pero sin duda estamos exponiendo esto a todo el mundo. Contamos con la acción de los ciudadanos del mundo, no con los gobiernos porque los gobiernos son cómplices del régimen de opresión Israelí, pero voz judía para la paz, la campaña de Estados Unidos para poner fin a la ocupación israelí, y otros grupos han comenzado una campaña en los Estados Unidos contra esta prohibición de viajar. Y muchos, muchos grupos están trabajando por este derecho. Incluso si no estás de acuerdo con algunas de las tácticas de BDS, por motivos puramente de la libertad de expresión tienes que apoyar nuestro derecho al llamamiento del BDS.
En los Estados Unidos en particular, está protegida por la primera enmienda de la Constitución de los Estados Unidos por lo que incluso el New York Times en un momento defendió nuestro derecho a abogar por el BDS estando completamente en contra.
Creo que Israel se enfrentará a un problema, y es que se está alienando con la corriente liberal y esa será realmente la estocada final en su relación codo con codo con los Estados Unidos.
Greenwald: Bien, hay mucha gente que ama envolverse en la bandera de los derechos de libertad de expresión, incluidos los partidarios de Israel, y que las personas tendrán el coraje de sus convicciones que incluso si no están de acuerdo con sus posiciones en el BDS e Israel generalmente en la ocupación, que sin embargo, verían como muy desagradable que le sea negado el derecho más básico, de viajar, simplemente porque el gobierno israelí quiere castigarle por sus opiniones políticas o de restringirte de participar en el activismo internacional. Y esperemos que esta entrevista ayudará a poner el foco en lo que le está sucediendo.
Aprecio verdaderamente el tiempo que se tomó para hablar conmigo.
Barghouti: Muchas gracias, Glenn.

El original de esta entrevista puede verse aquí:

Interview With BDS Co-Founder Omar Barghouti: Banned by Israel From Traveling, Threatened With Worse


Traducido por BDS Madrid

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