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Nueve artistas rechazan participar en el Festival de Cine LGTB de Tel Aviv

Nueve artistas rechazan participar en el Festival de Cine LGTB de Tel Aviv

Un total de nueve artistas y cineastas del Estado español, Brasil, Francia y Pakistán han anunciado la cancelación de su participación de la edición de este año del Festival Internacional de Cine LGTB de Tel Aviv (TLVFest) siguiendo la llamada del colectivo LGTBIQ+ palestino Pinkwatching Israel, que también nos llaman un año más al boicot del Orgullo de Tel Aviv.

Boicot al Festival Internacional de Cine LGTB de Tel Aviv / Pinkwatching Israel

El grupo queer palestino Pinkwatching Israel y aliadas del movimiento de Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS) llaman al boicot del Festival Internacional de Cine LGBT de Tel Aviv (TLVFest). En una carta abierta a artistas y cineastas internacionales llaman a “retirar sus películas del festival y respetar la llamada palestina al boicot cultural a Israel hasta que se respeten los derechos humanos del pueblo palestino”.

Pinkwatching Israel señala además que el TLVFest cuenta con el “patrocinio de entidades en Israel que están profundamente vinculadas en violaciones de la ley internacional”, por lo que no se trata de censurar creaciones artísticas, sino de “no participar en eventos culturales israelíes patrocinados por el estado, como el TLVFest”.

El Festival participa de la estrategia de propaganda del gobierno israelí pinkwashing, o lavado rosa, que consiste en el “uso cínico de los derechos LGTB para distraer y normalizar la ocupación, la colonización y el apartheid israelí”.

Entre las nueve personas que han demostrado su voluntad de suspender la proyección de sus trabajos están las dos personas del Estado español que tenían previsto participar en el TLVFest. Dany Campos se ha mostrado en desacuerdo con el uso político por parte del gobierno israelí de su corto Faw. Fabia Castro, actriz y directora, ha comunicado al festival su intención de no proyectar su corto Tres, adhiriéndose además al boicot cultural con esta carta a la Red Solidaria Contra la Ocupación de Palestina (RESCOP):

«Hace unas semanas recibí con entusiasmo la noticia de que mi cortometraje Tres había sido seleccionado para participar en el TLVFest.

Hoy, con el mismo entusiasmo y convencimiento, anuncio mi rechazo más absoluto a que mi obra se proyecte en dicho festival.

Tras haberme informado de la gravísima situación de opresión a la que vive sometida la población palestina, víctima de un régimen de colonialismo y apartheid, me niego a que mi arte sea utilizado para lavarle la imagen a Israel. Me niego a que la cultura y mi obra sean utilizadas como armas políticas para normalizar la imagen de un estado criminal que discrimina, reprime y maltrata a la población palestina. Rechazo los intentos por parte de Israel de utilizar los derechos y las luchas de las personas LGBTQ+ para normalizar su imagen. No quiero que mi arte se utilice para ocultar ni para endulzar el apartheid israelí.

Creo en el poder de la cultura como herramienta de transformación social y por este motivo, he decido escuchar la llamada de la sociedad civil palestina por la libertad, la justicia y la igualdad de derechos para todas las personas y sumarme a la campaña de boicot académico y cultural. Hoy, uno mi voz a la de decenas de artistas que me las últimas semanas se han sumado a la campaña de Boicot, Desinversiones y Sanciones por los derechos del pueblo palestino».

A esta ola de cancelaciones se une Linn da Quebrada, artista y activista trans brasileña, una de las voces más destacadas de la comunidad LGTB+ negra y pobre de su país. Declaró que “sabiendo que en Israel también hay gente que sufre opresión por sus cuerpos y deseos, he decidido cancelar mi participación, uniéndome al boicot cultural”, condenando las políticas genocidas de Israel. Con Linn da Quebrada, se unen Claudia Priscilla y Kiko Goifman, que cancelaron su documental Bixa Travesti sumándose al boicot del TLVFest “debido a un profundo desacuerdo con las políticas genocidas de Israel”. Calí dos Anjos y Bia Medeiros también anunciaron la cancelación de su corto de animación Tailor.

También el Aks International Minorities Festival, festival pakistaní que da voz a grupos marginados: “Aks siempre ha promovido los derechos humanos y se muestra en solidaridad con las y los activistas de Palestina, en particular activistas queer palestinas”. También los y las directoras francesas Sylvain Coisne, “en apoyo a las numerosas críticas contra la estrategia de pinkwashing de Israel”; Océane Michel y Cyprien Vial, que pidieron la cancelación de su obra Embrasse-Moi ! por su “total desacuerdo con la política de Israel hacia Palestina, y porque rechazo participar en la política de pinkwashing hecha por el gobierno israelí”.

Esta ola de cancelaciones es similar a la que se vio en la edición anterior del TLVFest, en la que 14 artistas cancelaron su participación en el Festival escuchando el llamamiento conjunto de la comunidad queer palestina y el movimiento BDS. Entre ellas el sudafricano John Trengove: “con el dolor de la lucha contra el apartheid todavía viva en nuestra conciencia colectiva, el problema es, como se puede imaginar, muy sensible para muchas personas sudafricanas. Sabiendo lo que sé, me siento obligado a cancelar mi participación”.

Haneen Maikey, directora de alQaws, asociación por la diversidad sexual y de género en la sociedad palestina, celebra estas cancelaciones:

Las personas queer palestinas nos sentimos inspiradas por esta ola de solidaridad internacional en un momento en el que los gobiernos siguen alimentando la impunidad y los crímenes de guerra de Israel. La escalada de cancelaciones por segundo año consecutivo son otro signo más que prueba la fallida estrategia israelí del pinkwashing.

Existe una mayor conciencia en todo el mundo sobre cómo Israel usa los derechos LGBTQ+ para justificar sus políticas violentas. Además, el TLVFest ha mostrado su verdadero rostro al no aceptar las solicitudes de los directores de eliminar su trabajo del programa del Festival, y deberían hacerlo ahora”.

Hind Awwad, de la Campaña Palestina para el Boicot Académico y Cultural (PACBI), comentó:

“Estamos presenciando una revolución en el mundo cultural, con artistas rechazando que Israel utilice sus nombres para lavar a través del arte su masacre hacia las y los manifestantes palestinos en Gaza, que piden el fin del bloqueo y el derecho al retorno a sus hogares. En las últimas semanas, decenas de músicos, actores de teatro y directores de cine han expresado públicamente su apoyo al boicot cultural a Israel, o cancelado actuaciones en Tel Aviv y otros eventos patrocinados por Israel.

Estamos profundamente agradecidas/os por estas expresiones de solidaridad de artistas y colectivos cancelando su participación en el TLVFest 2018. La explotación de Israel de los eventos LGBT para lavar sus políticas asesinas contra el pueblo palestino debe ser universalmente condenada y aislada, como una contribución mínima a nuestra lucha no violenta por la libertad, la justicia y la igualdad de derechos”.

Boicot al Orgullo de Tel Aviv: No al lavado rosa del apartheid israelí

Un año más, el colectivo queer palestino Pinkwatching Israel ha lanzado una carta abierta a la comunidad internacional para denunciar la estrategia política de pinkwashing que realiza el gobierno israelí, y por tanto boicotear el Orgullo LGTB que se celebra anualmente en Tel Aviv.

La carta explica:

El Orgullo de Tel Aviv de Israel dice celebrar la diversidad, pero bajo el arcoíris Israel esconde más de 70 años de ocupación, colonialismo y apartheid. Los eventos anuales del Orgullo de Tel Aviv, incluido el desfile principal, son utilizados por el gobierno israelí como un ejercicio de diplomacia pública para encubrir sus violaciones diarias de los derechos humanos palestinos. Las instituciones gubernamentales israelíes trabajan mano a mano con las organizaciones LGBTQ israelíes para vender Tel Aviv como un refugio liberal, con el fin de distraer la atención internacional de sus continuas violaciones de los derechos palestinos. La industria del Orgullo de Tel Aviv no es independiente. Cada año, periodistas internacionales, organizaciones LGBTQ, fiestas gay y el circuito de negocios, organizaciones de viajes gay, artistas, drag queens y cineastas están invitados no solo a promover y asistir al Orgullo de Tel Aviv, sino también a legitimar la actual opresión de los palestinos por parte de Israel.

El colectivo Pinkwatching Israel también explica el significado de la estrategia propagandística israelí del pinkwashing, o lavado rosa:

El pinkwashing o lavado rosa (como lo denominan las personas queer o disidentes de género y sexualidad palestinas e internacionales) es una estrategia intencionada para ocultar las continuas violaciones de los derechos humanos del pueblo palestino tras una imagen de la modernidad, materializada por la vida gay israelí. Es parte de la estrategia cínica de relaciones públicas de Israel llamada Brand Israel (Marca Israel), lanzada en 2005 por el Ministerio de Asuntos Exteriores, para desviar la atención de los crímenes de Israel contra las personas palestinas presentando una imagen del país como un foco de liberalismo y hedonismo. Para atraer a los turistas al Orgullo de Tel Aviv, el gobierno afirma que «una de las novedades sobre Tel Aviv es su tolerancia y aceptación de la comunidad LGBT», mientras continúa la limpieza étnica de la ciudad palestina vecina Jaffa. Después de que Brand Israel no lograra cambiar la imagen manchada de Israel, debido a los éxitos del movimiento palestino de Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS), Israel desarrolló una nueva estrategia de propaganda. Tel Aviv Global tiene como objetivo construir una identidad para Tel Aviv que la distancie del contexto político general de Israel. Su imagen «gay» es fundamental para estos esfuerzos. La principal agencia de turismo gay de Israel, Outstanding Travel, promueve Tel Aviv como un lugar de «libertad sin límites», mientras lleva a los turistas a los Altos del Golán sirios, bajo ocupación militar, para prepararse para un día de celebraciones del Orgullo.

Por estas razones, la comunidad queer palestina llama al a la comunidad internacional al boicot boicot del Orgullo israelí en Tel Aviv: “viajar a Israel para participar en el Orgullo de Tel Aviv o el turismo gay, proporciona un apoyo director económico, político y moral a los crímenes que Israel comete, su racismo y su sistema de apartheid”. Recuerda además que en el Orgullo de Tel Aviv “no eres querido porque seas gay, sino porque tu homosexualidad puede ser utilizada como imagen” para hacer propaganda de un falso paraíso de tolerancia y progreso que oculte la verdadera cara de opresión al pueblo palestino.

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