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El cantante Gil Scott Heron anuncia la cancelación de su concierto en Tel Aviv. El artista declara que no volverá a actuar en Israel “hasta que todo el mundo pueda entrar”

El cantante Gil Scott Heron anuncia la cancelación de su concierto en Tel Aviv. El artista declara que no volverá a actuar en Israel “hasta que todo el mundo pueda entrar”

Los admiradores del poeta y cantautor revolucionario Gil Scott Heron agradecieron su decisión de cancelar el concierto que tenía previsto celebrar en Tel Aviv en mayo. Heron anunció su decisión durante su actuación en el Royal Festival Hall de Londres, la cita inaugural de su gira mundial.

Activistas de la Campaña “Gil Scott Heron boicotea a Israel” habían formado un piquete antes del concierto, lo que atrajo considerable interés y apoyo público. Diez activistas de la Campaña continuaron su protesta dentro del recinto, planteando la cuestión del apartheid israelí justo al comienzo de la actuación y después del primer tema.

Los activistas son grandes admiradores del artista que se sintieron indignados por su decisión de actuar en Israel, dado su largo compromiso por la igualdad y los derechos civiles tanto en Estados Unidos como en Sudáfrica.

En este momento la Campaña se encuentra a la espera de que el representante del artista confirme que el concierto se ha cancelado.

Emory Douglas, renombrado artista del Partido de las Panteras Negras (Black Panther Party), comentó: “Mi elección de unirme a las voces que se oponían a que fueras [a Tel Aviv] no ha sido una cuestión personal, sino que era lo que había que hacer. Seré uno de los primeros en la cola la próxima vez que vengas a actuar a mi ciudad. Ojalá que sigas siendo un referente y fuente de inspiración para todos nosotros.”

 

 

 

Querido Gil-Scott Heron:

Un respetuoso mensaje desde Johannesburg.

Aquellos de nosotros en Sudáfrica que luchamos contra el apartheid nos sentimos alentados y reconfortados por tu música. Tu canción “Johannesburg” se convirtió en una especie de himno de la resistencia tras el alzamiento del 16 de junio de 1976. Por eso, nos sentimos indignados y decepcionados cuando supimos que cabía la posibilidad de que actuaras en Tel Aviv, desafiando así el boicot cultural contra el Apartheid israelí.

Quienes vivimos bajo un régimen de apartheid y seguimos enfrentándonos a su legado vemos muchos paralelismos entre este régimen y el tratamiento que reciben los palestinos. Hace cincuenta años desde la masacre de Sharpeville donde 69 personas fueron asesinadas en una protesta contra los pases obligatorios que debían llevar los negros en Sudáfrica. A los palestinos se les sigue obligando a llevar pases y se enfrentan diariamente a violaciones de sus derechos humanos fundamentales. Las organizaciones de la sociedad civil palestina han hecho una llamada al boicot contra Israel hasta que este país cumpla con la legislación internacional [1]. Observamos numerosas similitudes con el tratamiento recibido por los palestinos, de hecho el Consejo de Investigación de las Ciencias Humanas de Sudáfrica, Human Sciences Research Council of South Africa (HSRC), organización paraestatal apoyada por el gobierno sudafricano, ha publicado conclusiones en el sentido de que Israel practica tanto el colonialismo como el apartheid en Palestina [2].

Israel se fundó y sigue existiendo sobre la base de principios racistas y ha generado la mayor población refugiada del mundo, más de 6 millones de personas. Sistemáticamente viola la legislación internacional y a lo largo de sus más de sesenta años de ocupación militar ha colonizado y anexionado cada vez más territorio palestino. Actualmente los palestinos tienen menos de lo que el régimen del apartheid en Sudáfrica permitió que poseyeran los negros sudafricanos en los homelands o bantustanes. El estado de Israel continúa erigiendo lo que muchos denominan el “Muro del Apartheid”, a pesar de la decisión de la Corte Penal Internacional (ICJ) de 2994 en la que fue declarado ilegal. Este muro sigue anexionando territorio y convirtiendo una extensión cada vez mayor de tierra palestina en bantustanes.

El que tú actúes en Israel en realidad sirve para apoyar una iniciativa lanzada por Israel para “reinventarse” a sí mismo, para renovar la “marca Israel”. Esta campaña, lanzada tras el ataque a Gaza en diciembre 2008/enero 2009 en el que fueron masacrados más de 1400 palestinos [3], tienen por objeto el hacer que Israel aparezca como una democracia progresista y supone un lavado de cara ante su continua limpieza étnica de los palestinos.

Tu música siempre ha contenido un fuerte componente político y una crítica feroz contra la desigualdad y el racismo sistémico. Es por eso por lo que te instamos a que canceles tu actuación en Israel. Recordamos la letra de una de tus canciones: Sé que su lucha no me va a liberar a mí, pero todos tenemos que luchar si queremos ser libres. Hermano, Gill, ¿has oído lo que decimos muchos de nosotros en Johannesburg: “Mientras exista el apartheid en algún sitio, existirá en todas partes”. O por decirlo con las palabras de Nelson Mandela: “Sudáfrica no será libre mientras Palestina no sea libre.”

Saludos cordiales,

Comité Sudafricano de Solidaridad con Palestina

Natasha Vally

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